sábado, 6 de marzo de 2010

Quedan esposas de éstas?

Se podría decir que este razonamiento es obsoleto, pero si uno ve los anuncios del períodico, todavía se casan muchas parejas todas las semanas y en todas las épocas...

Le conviene a la mujer leer lo que al respecto se comentaba en los años 70.

Un esposo tenso, nervioso, agotado por el peso del trabajo dificilmente resulta el compañero ideal.Por el contrario, estará irritable, impaciente y malhumorado. En la intimidad no estará propicio al amor. Sin embargo la nueva esposa puede hacer mucho por ayudarlo a sobreponerse de esa fatiga...Mas aún, lo debe hacer tanto por el amor que le tiene, como por la satisfacción que representará para ella tener un esposo descansado y con ánimo más positivo. Recuerde que la llegada del hombre a su hogar le supone un "oásis" de paz y de calor humano.

Procure estar lista para su regreso, vistiéndose, maquillándose y perfumándose para realzar sus encantos. Recíbalo con buenas noticias, prepare un coctel para ambos. Interésese por saber cómo le fue en día de trabajo, pero no lo fuerce a hablar si él prefiere olvidarse de la oficina. Tampoco le insista en que se apure para cenar o salir; al contrario, deje que se tome su tiempo para que se acomode y se olvide de sus preocupaciones o disgustos que haya encontrado en la jornada díaria.

Verá los resultados milagrosos que produce tan sencillo tratamiento. Esa recepción cordial y amable surtirá el efecto balazámico que él necesita y Ud. también se sentirá muchísimo mejor por el resultado obtenido.... Se lo dice una experta.....

Tsunami de amor.

!Soñemos! es hora de soñar despiertos!
Tomados de la mano volemos al espacio
dejando que la brisa nos columpie;
con el alma sin edad y sin notar el tiempo.
....me muero por estar entre tus brazos!..

Que el cielo nos bendiga y nos perdone;
el alma es eterna y el delirio embriaga,
Bebamos el elíxir del amor,!Me siento viva,
Tengo dispuesto el corazón a ser amada
...mientras la luna nuestro amor cobija.

Un tsunami de amor tengo en el pecho,
como una ola gigante , arrasadora
igual que una meduza en su lecho avanza,
sin que nada la detenga o se lo impida,
mi pecho henchido a su ribera aflora.
2009